Principalmente España es uno de los países con mayor descentralización del poder debido a su sistema de Comunidades Autónomas surgido de unos procesos históricos que han llevado al nivel de autonomía regional.
España ha poseído gran parte de la historia una tradición de centralismo político junto con movimientos nacionalistas y separatistas contrarios a la concentración del poder y partidarios a la autonomía de ciertas zonas, especialmente las periféricas. Todos estos movimientos saltaron a la acción tras la pérdida de las últimas colonias de Cuba y Puerto Rico a finales del siglo XIX la cual genero una gran crisis institucional y de identidad. Esta crisis fue aprovechada por estos movimientos nacionalistas periféricos para proponer nuevas formas de modernización del país acordes con su pluralidad histórica y cultural, como Galicia, Cataluña y País Vasco, países con diferencias históricas y culturales a lo largo de la historia como el idioma.
Los movimientos regeneracionistas derivaron en el inicio de la II República española. La solución republicana se basó en el reconocimiento de los hechos diferenciales y la aceptación de un marco de autonomía política para Cataluña, País Vasco y Galicia con el fin de asegurar la mayoría y también logar una España más plural y laica. La reacción de parte del ejercito encabezada por el general Francisco Franco dio origen a la Guerra Civil. Los franquistas ganaron la guerra lo que conllevo al inicio de una dictadura de la cual uno de sus principios era la unificación , fomentando así un patriotismo uniformador. El fin del régimen franquista y la posterior aprobación de la constitución de 1978 dio lugar al fin de la unificación.
Se inició un proceso de descentralización. Con la constitución se estableció una vía de acceso rápido a la política autonómica y cierto nivel de autogobierno para aquellos sitios constaban de sus respectivos estatutos de autonomía durante la II República, (sus estatutos es aprueban entre 1980 y 1981). El resto de comunidades accedieron por otra vía más lenta iniciando con estatutos de un nivel de competencia inferior (aprobados entre 1982 y 1983) a excepción de Andalucía que accedió accedió por la vía rápida alegando a la causa de patrimonio histórico. Las ultimas fueron Ceuta y Melilla que se convirtieron en Ciudades Autónomas en 1995, completándose así el mapa autonómico del Estado.
Desde este suceso España se ha convertido en uno de los países más descentralizados del mundo, pues las Comunidades Autónomas adquirieron autonomía política y financiera lo que supuso la atribución de competencias como:
competencias legislativas y ejecutivas así como servicios sociales, agricultura, ganadería, pesca, industria, comercio, juventud y deportes; competencias para el desarrollo de la legislación básica del Estado y su puesta en marcha. Es el caso de medioambiente, política económica, protección de los consumidores, educación, asistencia sanitaria o salud pública; competencias para la ejecución de la la legislación aprobada en exclusiva por el Estado (empleo, formación profesional..) ; competencias legislativas y ejecutivas iguales a las que tiene el Estado , es decir que tienen niveles administrativos los cuales pueden llevar a cabo las mismas acciones e iniciativas.
Este sistema se arbitra mediante un sistema de participación de los ingresos del Estado recaudados de los impuestos que pagan los ciudadanos españoles, eso si cada comunidad cuenta con una legislación diferente por tanto hay diferencias en cuanto a la regulación de la recaudación de impuestos.
Esta descentralización ha podido dar lugar al enfrentamiento o rivalidad entre comunidades, ya que cada centro de poder cada comunidad busca su propio beneficio llegando a perjudicarse de manera mutua.
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